Fue desarrollado por un grupo de ingenieros de Brasil, Asia y Europa. Se produce en la India y en suelo brasileño, y se exporta a más de 100 países. Esto marca también el grado de aceptación global que tiene este tipo de productos.

No es una novedad para nuestro mercado, pues algunas marcas ya se le habían adelantado a Ford: Renault con Sandero Stepway, Toyota con Etios Croos, Citroën con el C3 Urban Trail  y Chevrolet con el Onix Activ. Son vehículos elegidos fundamentalmente por clientes jóvenes, que buscan autos compactos pero que también quieren distinguirse del resto y gustan de los perfiles tipo off road. Se los agrupa en una nuevo segmento denominado Utilitarios compactos.

Nosotros lo manejamos durante una semana y comprobamos que es mucho más que un look personalizado, ya que presenta algunas modificaciones en sus medidas, mayor equipamiento de seguridad, mejoras en términos de mecánica y nueva motorización. Tampoco se queda atrás en tecnología y conectividad como podrán ver en el desarrollo de esta nota.

Diseño Exterior:

Los ingenieros de Ford detectaron una demanda del mercado por estos vehículos chicos con una apariencia off road, algo así como compactos todo terreno light. Desde la marca del óvalo los llaman CUV (Vehículo Utilitario Compacto). Esta tendencia se puso de manifiesto en Chevrolet Ónix Activ, Renault Sandero Stepway o Citroën Urban Trail, entre otros.

El Ka Freestyle, para responder a esta premisa, recibió modificaciones en la carrocería, elementos característicos y retoques que le proporcionan una apariencia de fortaleza mayor, un estilo diferente, más robusto y personal.

En primer término, es un vehículo más alto, que le permite tener mejores aptitudes para transitar caminos fuera del asfalto,  claro que sin perder nunca su perfil urbano. El despeje al suelo es 18,8 centrímeros frente a los 16,5 centímetros del Ka tradicional. En sintonía con esta modificación también se realizó un trabajo sobre el conjunto de suspensiones, pero de eso hablaremos en el apartado de comportamiento.

¿Qué cambió a nivel estético? Los nuevos paragolpes incluyen un revestimiento en color negro que sujetan los faros rompenieblas circulares y en la parte baja central presenta un aplique en color cromo.  A su vez, la gran parrilla hexagonal tipo panal de abejas lo emparenta con los nuevos códigos estilísticos de la marca.

El estilo aventurero también se acentúa como los apliques plásticos sobre los pasarruedas que avanzan hasta el paragolpes trasero. También destacamos los rieles de techo en cromo, el cubrecartes satinado, las carcazas de los espejos retrovisores exterior en color negro y las manijas de puertas en color carrocería.Otra diferencia del Freestyle sobre el resto de la gama es que viene provisto de llantas de 15 pulgadas (con formato de cinco rayos dobles pero no rectos, inclinados) que calzan neumáticos Pirelli Cinturato Pirelli de medidas 185/60.

No sólo fue estético el trabajo que se llevó adelante sobre este modelo. La parte estructural recibió refuerzos en pilares y techo en la búsqueda de una mayor rigidez. Además, se aumentaron los espesores de algunas piezas hasta 12 mm. El diseño de la carrocería fue modificado para mejorar el flujo del aire que transita a través de ella. Con ello consiguieron disminuir el nivel de ruidos (5% menos en decibles). Incluso se redujo el coeficiente de 0,34 a 0,33 cx.

Diseño Interior:

La mejora en términos de calidad se percibe notoriamente, pues se observan materiales, revestimientos y terminaciones mucho más cuidados. Esta versión Freestyle combina apropiadamente colores y texturas. Más allá del color de su carrocería, todo el interior está pintado en marrón y negro. Además, su diferenciación queda expuesta en los tapizados de cuero bitono que trae de serie.

La practicidad y funcionalidad también son sus virtudes. Hay portaobjetos y posavasos bien distribuidos. Tampoco abundan los controles y botoneras, y esto queda demostrado en el aire acondicionado y el equipo de audio. Todo se simplifica para ofrecer mayor comodidad.

La gran novedad del habitáculo está centrada en su pantalla flotante multimedia, táctil, de 6.5 pulgadas. Incorpora el sistema Sync3 de conectividad y funciona con Android Auto, Apple Car Play y comandos por voz. Incluye también dos puertos USB que se pueden utilizar para cargar dispositivos móviles.

Un punto interesante para destacar es la mejora de la insonorización. Para ello le incorporaron un paquete acústico que reduce los ruidos en el habitáculo. El parabrisas de doble lámina y la nueva calibración de los bujes de suspensión también reducen la rumorosidad. El Freestyle ofrece una posición de manejo más elevada facilitando la visibilidad y el confort del conductor. A su vez, facilita el ingreso y la salida del vehículo. Si bien la postura resulta cómoda no lo vendría mal que el volante también se ajuste en profundidad.

La habitabilidad trasera es mucho mejor de lo que se percibe desde afuera. Dos adultos y un niño pueden viajar sin problemas. El espacio para las piernas y la distancia hacia el techo son generosos. Quizá se complica un poco a la altura de los hombros. Nos pareció una gran idea que todas las alfombras e incluso la del baúl sean de goma con bordes que permite retener el derrame de algún líquido y que se exparsa por el piso, o cuando nos subimos luego de caminar por caminos con charcos y barro.

El baúl conserva la capacidad de 257 litros, acorde a su segmento e insuficiente a la hora de viajar en familia. Un detalle para tener en cuenta: el portón trasero no tiene botón de apertura y sólo se puede abrir desde el llavero. Además, debajo del piso ubica una rueda de auxilio de tipo temporal que nos permite circular hasta 80 km/h.

Instrumental:

El tablero de instrumentos es clásico y fue pensado para ofrecer una mirada más clara que tecnológica privilegiando siempre al conductor. Son tres cuadrantes circulares. A la izquierda, el cuentarrevoluciones. En el centro, un poco más grande, aparece el velocímentro y abajo un display con la información de la computadora de abordo.

El indicador de nivel de combustible se ubica a la derecha y allí aparecen los testigos luminosos de batería, airbags, entre otros. No trae un indicador de temperatura del motor, pero sí un alerta en caso de que esté muy alta.

Equipamiento:

La versión Freestyle que probamos se destaca del resto por ofrecer una cámara de visión trasera que proyecta las imágenes sobre la pantalla táctil central de 6,5 pulgadas que pone en funcionamiento el sistema de conectividad SYNC 3, que está complementada por los sensores de estacionamiento.

El equipo de audio AM/FM cuenta con reproductor de CD, lector de MP3 y comandos al volante. Además, presenta un sistema de telefonía manos libres Bluetooth y cuatro parlantes que distribuyen el sonido eficientemente en todo el habitáculo.

La prueba del nuevo Ka nos llegó justo en estos días de calor, donde pudimos comprobar el buen funcionamiento de su aire acondicionado, aunque tratándose del tope de gama, podría traer un climatizador automático.

¿Qué le falta? En términos generales incorpora incluso más de lo que ofrecen sus rivales pero si nos ponemos exigentes podríamos reclamarle el one touch para todos los alzacristales (solo trae para el conductor) y el navegador satelital incorporado. De todos puede espejar el teléfono a través de Android Auto y Apple Car Play y de esa manera utilizar el GPS del smartphone.

El Ka Freestyle dispone de un cierre centralizado con comandos a distancia y un cierre automático de puertas a los 15 km/h. Por otra parte, viene provisto de alarma volumétrica y sistema antirrobo PATS.

Seguridad:

Cuando asistimos al lanzamiento oficial del Ka Freestyle recibimos excelentes noticias en términos de protección, en cuanto a todo lo que incorpora de serie. En seguridad activa, se destacan los controles de estabilidad y tracción, y sistemas de prevención de vuelcos. Mientras que en seguridad pasiva, posee seis airbags (frontales, laterales delanteros y de cortina para ambas plazas). Lo más importante es que ninguno de sus rivales aventureros traen tanto.

Todo lo mencionado se suma a los frenos con Sistema Antibloqueo ABS con Distribución Electrónica de Frenado (EBD) y los anclajes ISOFIX para sillas de seguridad infantiles, que ya traían los otros KA.

Un punto interesante para destacar de la marca Ford es que toda su gama en Argentina, desde el KA hasta la pick up Ranger, cuenta con el ESP, que es un sistema sumamente importante salvando vidas en todo el mundo al solucionar problemas de adherencia o pérdida de control en caso de tomar curvas con velocidad excesiva o realizar maniobras de riesgo.

Como mencionábamos en el rubro de diseño exterior, el KA recibió una nueva estructura reforzada, ahora con aceros especiales que elevan la seguridad en el habitáculo. Además, se sumaron barras de protección laterales en las puertas delanteras. Esta decisión de incrementar el nivel de seguridad estructural tiene que ver con mejorar la calificación que el modelo obtuvo en 2017 en las pruebas de impacto del LatinNCAP.

Hace unos meses, más precisamente en septiembre, se dieron a conocer los últimos resultados de este organismo que evalúa el nivel de seguridad de los nuevos vehículos de la región. Allí se pudo comprobar que, con las mejoras introducidas, el KA mejoró su performance, pues obtuvo tres estrellas de protección para adultos y cuatro para niños en los crash test de alta velocidad.

Motor, transmisión y comportamiento:

Debajo del capot también hay novedades porque aparece un nuevo motor Dragon para el Ka, el mismo que equipa a la versión de entrada de gama de la EcoSport. Nos referimos al naftero de 3 cilindros, 12 válvulas y 1.5 litros, con distribución variable Ti-VCT, que eroga 128 CV de potencia y alcanza un torque máximo de 152 Nm. Está asociado a una nueva caja manual de cinco velocidades denominada MX65.

¿Qué nos pareció este motor? Quedamos muy satisfechos con sus salidas desde abajo y por su entrega del torque desde bajas revoluciones. El Ka es un auto chico que empuja más de lo que te imaginás. Y eso tiene que ver con una mejora respecto al 1.5 de 16 válvulas y 105 CV que antes ofrecía. Un punto interesante para destacar de esta motorización es que su correa se reemplaza cada 160.000 kilómetros, lo que incrementa considerablemente su vida útil y reduce los costos de mantenimiento.

Los números oficiales suministrados por Ford indican que acelera de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos, aunque a nostros nos dió unas cuatro décimas más debemeos decir que no es un vehículo deportivo. Por su parte, declaran un consumo realmente moderado de 5,6 litros cada 100 kilómetros recorridos, en promedio. Como siempre, elegimos probar estos valores nostros mismo arrojando 5,4 l/100 km a 100 km/h cuando el cuentavueltas marcaba 2.800 rpm; que con un tanque de 51 litros permite una autonomía de 944 kilómetros.

La transmisión también recibió un tratamiento especial para optimizar la calidad del cambio de marcha respecto a la anterior. Esto generó una reducción de 8 kg en el el peso total y una mayor eficiencia del consumo. Por otra parte, precisa un 23 % menos de aceite de carga y ofrece un bajo nivel de ruidos gracias a sus dientes rectificados.

Los cambios introducidos en el Freestyle hacen que su mayor despeje al suelo, con el consecuente centro de gravedad más elevado, no comprometa la estabilidad. Para ello se ensancharon las trochas en 30 milímetros y sus barras estabilizadoras son más gruesas que las del hatchback y el sedán. Además, se incrementaron los grosores de algunas piezas.

En síntesis, tenemos un Ka más elevado pero que ofrece un muy buen comportamiento  en ruta, sin distar demasiado del convencional. Incluso resulta ser un auto ágil, firme, divertido para encarar curvas, porque su dirección es dócil y ofrece buenas reacciones. Este comportamiento también lo apreciamos cuando estuvimos presente en las pruebas en el circuito que dispone Ford en Tatuí antes de su lanzamiento y donde su estabilidad en curvas a altas velocidades nos sorprendió.

Valoramos la inclusión del Control de Estabilidad y el Sistema de Prevención de Vuelcos ya que actúan en caso de que la carrocería se incline de manera excesiva. Con estos dos sistemas, que incrementan la seguridad de marcha, marca la diferencia respecto a sus rivales del segmento.

El nuevo desarrollo del Ka incrementó en un 24 % el confort de suspensiones y una reducción del 5 % del rolido de la carrocería. Esto no es pura teoría, lo percibimos desde el volante cuando lo manejamos durante el lanzamiento oficial en Gramado, Brasil, y también en la semana de pruebas en Buenos Aires.

En lo que pudimos probarlo fuera del asfalto, se comprueba que el trabajo de ajuste de las suspensiones permitió que ofrezca mejor absorción de las irregularidades. Esto sumado a la mayor distancia al suelo le confiere mejores aptitudes off road que un auto convencional, sin que ofrezca ningún sistema de tracción especial. En las pruebas de frenado circulando a 100 km/h y parándonos literalmente en el freno se detuvo a cero en 39,7 metros.

El Ka FreeStyle es un auto citadino como todos los Ka, con las medidas y prestaciones ideales para movilizarse en espacios reducidos, no desentona su comportamiento en ruta y si tiene que ensuciarse se las arregla para no pasar papelones.

Precios:

El Ford Ka Freestyle tiene un precio vigente a Enero de $590.500, con una garantía de 3 años o 100.000 kilómetros. Lo comparamos con dos vehículos de características similares para analizar cómo se posiciona en el mercado. El Renault Sandero Stepway Expression cuesta $543.200, y el Stepway Privilege, $606.600. Por su parte, el Chevrolet Onix Active, la variante aventurera del auto más vendido de la marca del moño dorado, tiene un costo de $702.900.

Ford propone una serie de mantenimientos programados con intervalos de 15.000 kilómetros para todos sus vehículos OKM. En el caso del Ka Freestyle éstos son los valores: 15.000 km ($5.130); 30.000 km ($7.130); 45.000 km ($5.970); 60.000 km ($6.630); 75.000 km ($4.730) y 90.000 km ($7-870).

A continuación detallamos el cuadro con prestaciones y consumos:

Conclusiones: